Santos Suárez fue y sigue siendo la población cubana que vio nacer el 21 de octubre de 1925 a quien sería desde muy joven, una de las voces más enérgicas, claras y auténticas de la música caribeña: Úrsula Hilaria Celia Cruz Alfonso, su nombre completo.
Sustituir a Mirtha Silva en la Sonora Matancera fue su primer paso para quedarse en el gusto de la gente, aunque una vez contó que su primera presentación en Radio Progreso (la catapulta de los medios para popularizar cantantes y agrupaciones en La Habana a mediados del siglo XX) no fue de lo mejor, ya que el público estaba acostumbrado a Silva (puertorriqueña) la cual abandonó la Sonora para volver a su isla natal. Sin embargo, Celia no se amilanó y de la mano de Rogelio Martínez, líder de la Sonora Matancera se estableció como una de las voces más completas que pasó por la denominada decana de las orquestas de Cuba.
Sustituir a Mirtha Silva en la Sonora Matancera fue su primer paso para quedarse en el gusto de la gente, aunque una vez contó que su primera presentación en Radio Progreso (la catapulta de los medios para popularizar cantantes y agrupaciones en La Habana a mediados del siglo XX) no fue de lo mejor, ya que el público estaba acostumbrado a Silva (puertorriqueña) la cual abandonó la Sonora para volver a su isla natal. Sin embargo, Celia no se amilanó y de la mano de Rogelio Martínez, líder de la Sonora Matancera se estableció como una de las voces más completas que pasó por la denominada decana de las orquestas de Cuba.
Hasta 1965 estuvo Celia con la Sonora, la llegada de la Revolución Cubana generó un éxodo de artistas desde la Isla y la guarachera fue una de ellas, quien junto a la mayoría del plantel de la Sonora se trasladó a los Estados Unidos. Permaneció 10 años en la Sonora Matancera.
Tito Puente de allí en adelante sería quien la adoptaría, con él tuvo la oportunidad de demostrar que no solamente era guarachera, sino que asimilaba con facilidad los complicados arreglos del “Rey del Timbal”.
A Celia Cruz se le atribuye haber sido la cantante que logró darle el impulso definitivo a la Salsa, y se le atribuye justamente por haber grabado junto al “Judío Maravilloso” Larry Harlow aquella extraordinaria guajira titulada Gracia Divina, la cual según palabras del propio Harlow, Celia grabó con apenas una toma en el estudio. Luego vendría el magnífico guaguancó Quimbara, grabado con Jhonnie Pacheco, de allí los tiempos de la salsa cambiaron para siempre.
Celia Cruz ha sido una de las cantantes mejor pagadas de la historia de la música latina, su paso por las legendarias Estrellas de Fania terminó de catapultar el éxito de la salsa en el mundo, ella era quien encabezaba aquel plantel de músicos y soneros de la talla de Cheo Feliciano, Rubén Blades, Héctor Lavoe, Adalberto Santiago, Papo Lucca, Ismael Rivera, Ismael Miranda, entre otros baluartes de la expresión caribeña de la música.
Tito Puente de allí en adelante sería quien la adoptaría, con él tuvo la oportunidad de demostrar que no solamente era guarachera, sino que asimilaba con facilidad los complicados arreglos del “Rey del Timbal”.
A Celia Cruz se le atribuye haber sido la cantante que logró darle el impulso definitivo a la Salsa, y se le atribuye justamente por haber grabado junto al “Judío Maravilloso” Larry Harlow aquella extraordinaria guajira titulada Gracia Divina, la cual según palabras del propio Harlow, Celia grabó con apenas una toma en el estudio. Luego vendría el magnífico guaguancó Quimbara, grabado con Jhonnie Pacheco, de allí los tiempos de la salsa cambiaron para siempre.
Celia Cruz ha sido una de las cantantes mejor pagadas de la historia de la música latina, su paso por las legendarias Estrellas de Fania terminó de catapultar el éxito de la salsa en el mundo, ella era quien encabezaba aquel plantel de músicos y soneros de la talla de Cheo Feliciano, Rubén Blades, Héctor Lavoe, Adalberto Santiago, Papo Lucca, Ismael Rivera, Ismael Miranda, entre otros baluartes de la expresión caribeña de la música.
Su energía sigue incólume, aún sin su presencia física, la voz plasmada en cada una de sus grabaciones la mantiene viva al grito de ¡Azúcar! Y como una vez declarara Celia en una entrevista: “sé que como todos algún día moriré, pero dejaré en cada uno de esos discos que la gente tiene en casa un poquito de mi vida, para que nunca me olviden”.
Así que si usted conserva en su casa algún disco de Celia Cruz no dude en colocarlo, sola o acompañada por la Sonora Matancera, la Sonora Caracas, Jhonnie Pacheco, la Sonora Ponceña, Orquesta Harlow, Tito Puente, Fania All Stars, en cualquiera de los estilos en los cuales grabó, su música es eterna, universal e influyente.
Doña Celia Cruz falleció en Fort Lee, New Jersey, Estados Unidos el 16 de julio de 2003.
Redactado por Héctor Henríquez.
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