Recuerdos y nostalgias se mantienen vigente en la casa de
don Quique, como si el tiempo se detuviera. Éxitos y trayectoria son resumidos
en la gran cantidad de placas y reconocimientos que habitan en la casa del
patriarca de la familia Lucca. Sentado en la sala mientras entran los primeros
rayos de la mañana, el fundador de la Sonora Ponceña, Enrique ‘Quique’ Lucca
Caraballo, sigue celebrando el cumpleaños número 102 y de paso, recuerda que ya
son 70 años en la faena musical. Sin duda, heredó de su padre -a quien todavía
recuerda con lágrimas en los ojos-, la pasión por la música, la guitarra y la
bohemia.
Don Quique –como cariñosamente le llaman- nació en 1912 en
Yauco, pero es hijo adoptivo por excelencia de la ciudad ponceña. En 1943 formó
el Cuarteto Internacional, el que par de años más tarde adicionó dos trompetas
para cambiar de sonido y nombre a Conjunto Internacional.
“Para el 1957 cuando comienza a tocar Papo (su hijo y
director musical) tenía solo 11 años y ya la orquesta se llamaba Sonora
Ponceña” recordó. “Había sido la atracción principal de la orquesta durante un
baile en Bayamón. En ese tiempo grabamos un disco con Felipe ‘La Voz’ Rodríguez
y Davilita; y Papo fue el pianista”, dijo con orgullo.
Para don Quique, la llegada de Papo Lucca a la Sonora
Ponceña es trascendental y vital, porque asegura que Papo dio a la orquesta su
distintivo. “Todos los arreglos de la Sonora Ponceña y la sonoridad de la
orquesta son de Papo. Sin duda su influencia del latin jazz influye en los
arreglos y armonización. Él estudió en el Conservatorio se preparó y posee unas
habilidades tremendas reconocidas en el mundo entero. Tengo un anécdota de Papo
cuando se presentó en el programa de Ruth Fernández”, ríe. “No podía alcanzar los
pedales del inmenso piano que tenía de frente. Los pies no le llegaban a los
pedales y le amarré unas extensiones a sus zapatos para que pudiera
manejarlos”.
En el principio la sonoridad de la Ponceña era muy similar a
la del conjunto del cubano maravilloso Arsenio Rodríguez, quien influyó
bastante en Quique Lucca. “La música que conocemos como salsa eso es cubano.
Con respeto digo que la mejoramos. La armonización de antes no era como la de
ahora.
Nosotros le pusimos nuestro sazón. En el caso de la Sonora
es el toque especial que la pone Papo. En cuanto a Arsenio Rodríguez lo conocí
personalmente y fue mi amigo. Un día me dijo cuida mucho a ese pollito
(refiriéndose a Papo) que va a ser bueno. Y por si acaso, Papo se llama Enrique
Arsenio”, se lanzó una carcajada mientras unió sus manos con un aplauso.
Comentarios