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Mostrando entradas de 2018

Ángel Méndez y su pluma, legado inmortal para la Salsa

Cuando yo era chamo allá en los 80 mi hermano y colega Frank Henríquez leía la revista Swing Latino , eran las andadas de la época para mantenerse al tanto de las situaciones que rodeaban a la Salsa en el Caribe y sobre todo en Venezuela. Conservo con mucho afecto el libro que sirvió de compendio para muchas de estas entrevistas, la llamada Biblia de la Salsa . El género era lo máximo en los 70 y 80, con esas letras crecí y con esas melodías caribeñas afiné mi oído musical y mi gusto por la buena música.  En mucho contribuyó la revista Swing Latino , sus entrevistas de la mano de César Miguel Rondón, Cándido Pérez y las fotografías de Fernando Sánchez se complementaban a la perfección con la sabiduría de su fundador, el periodista Ángel Méndez, colega y cronista por más de medio siglo de esto que nos une y nos apasiona LA SALSA. Ángel dejó este plano el pasado 3 de septiembre, llevando sus letras y su sonrisas a la Eterna Rumba. A continuación una publicación de El Correo del O...

El único: Louie Ramírez, el Rey Midas de la Salsa

(Nueva York, 1941 - Nueva York 1993) Arreglista y compositor, timbalero y vibrafonista, en todos estos ámbitos, un personaje excepcional, fuera de serie, como lo describe su gran amigo Ray de la Paz: hombre de gran humor, Louie era un payaso..!! (risas). En la historia de la música universal, hágase donde se haga siempre han existido personajes que llegan a cambiar el curso de las cosas, de esas cosas que por supuesto tienen que ver con notas, claves, compases, arreglos, orquestaciones. Uno de ellos y quizás el más importante nacido para la Salsa en este lado del mundo se llamó Louie Ramírez, el con razón apodado el “Quincy Jones de la Salsa”. Responsable directo del sonido de las Estrellas de Fania y de ese experimento musical llamado “Noche Caliente” que produjo tantas ganancias, y devino desafortunadamente en el bodrio conocido como “Salsa Erótica” o “salsa monga” como la bautizó Mister Afinque, Willie Rosario. Pero esto último en lo absoluto fue culpa de Ramírez, quizás n...

Yomo Toro: el cuatro de la Salsa

Una curiosidad que no debe dejarse de contar es la que refirió en una ocasión Willie Colón, al recordar la forma como quedó por vez primera impactado por la manera de tocar el cuatro puertorriqueño, de aquella leyenda del instrumento que ejecutaba en un local de mala muerte, ubicado en una de las tantas calles del Nueva York de los años sesenta. Cuenta Colón que logró entrar furtivamente siendo un menor de edad al local, solo para ver la ejecución de Yomo, pero el vigilante no le creyó y sacó a patadas al muchacho creyendo que éste solo quería ver a las sensuales bailarinas. No tardó mucho Willie en llevarlo a su banda, para iniciar así uno de los períodos más gloriosos de la industria de la salsa. El Asalto Navideño de Yomo, Willie y Héctor. Para el simpar talento precoz del nuevayorkino de ascendencia puertorriqueña Willie Colón, (recordemos que los primeros contratos de Willie con Fania los tuvo que firmar su madre) unir a su algo desafinada banda de trombones al cuatrista...

Bogaloo, género de transición

Cada noche era un nuevo festejo en el Palladium, la mítica sala de baile donde confluían judíos, latinos, migrantes, gringos, músicos, productores y bailarines. En los años 60 el genial Tito Rodríguez hizo bailar a miles con su rítmica agrupación de pachangas en esta sala ubicada en la ciudad de Nueva York, exactamente en Broadway con la calle 53. Para finales de los años 40, el Palladium entró en un período de decadencia, pero a finales de los 50 y gran parte de los 60 se convirtió en el emblema de la fiesta caribeña y nuestra cultura en la Gran Manzana. Tito Rodríguez y su Orquesta. En 1947 invadió Nueva York una banda de músicos encabezados por Mario Bauza y Machito, Frank Grillo de Ayala, bautizada como los Afrocubans, la cual hacía bailar a todos con su particular estilo de big band. Hasta mil parejas confluían en la pista del Palladium, ya no bailaban foxtrot ni swing, ahora hacían siluetas en la pista a través de la rumba, el mambo, el chachachá y el bolero. Este deven...

Canta, una obra maestra de don Rafael Hernández

Rafael Hernández. Cha cha chá con danzón, Canta es una de las piezas más bellas, uno de los mejores arreglos musicales en la historia del arte caribeño por los elementos que se utilizaron allí, el reto de colocar en tiempo de Salsa y en formato charanguero, una extensión de lo que ya venían haciendo la Típica 73, la Orquesta Harlow y la Broadway tan sólo por nombrar tres.  El cabecilla de ese reto y de ponerlo en práctica en la voz de José Cheo Feliciano fue el genial Louie Ramírez, acompañado de Papo Lucca, Jhonnie Pacheco, Bobby Valentín, Luis “Perico” Ortiz, pléyade de músicos que logran poner en escena una pieza tan fundamental en la historia de nuestra música caribeña como lo es Canta, del legendario compositor boricua Rafael Hernández. Canta es una pieza escrita para formato charanguero lógicamente con una extensión impresionante de violines y el trabajo de los ingenieros de sonido con los cuales se contaba para el momento, a quienes hay que darles mucho crédito...