(Nueva York, 1941 - Nueva York 1993)
Arreglista y compositor, timbalero y vibrafonista, en todos estos
ámbitos, un personaje excepcional, fuera de serie, como lo describe su gran
amigo Ray de la Paz: hombre de gran humor, Louie era un payaso..!! (risas).
En la historia de la música universal, hágase donde se haga siempre han
existido personajes que llegan a cambiar el curso de las cosas, de esas cosas
que por supuesto tienen que ver con notas, claves, compases, arreglos,
orquestaciones. Uno de ellos y quizás el más importante nacido para la Salsa en
este lado del mundo se llamó Louie Ramírez, el con razón apodado el “Quincy
Jones de la Salsa”. Responsable directo del sonido de las Estrellas de Fania y
de ese experimento musical llamado “Noche Caliente” que produjo tantas
ganancias, y devino desafortunadamente en el bodrio conocido como “Salsa
Erótica” o “salsa monga” como la bautizó Mister Afinque, Willie Rosario. Pero
esto último en lo absoluto fue culpa de Ramírez, quizás no sea culpa de nadie,
es el simple biorritmo del arte, que como arte al fin, puede permearse y
malearse a conveniencia, en este caso a conveniencia de los eternos
mercantilistas de nuestra música caribeña.
Junto a Tito Rodríguez a inicios de los 70´s. |
Pero volvamos a lo bueno, nos importa es Louie Ramírez y su genio:
Nos relata José Arteaga en un artículo de prensa publicado en salsajazz.com los últimos
momentos de Louie: Una tarde de 1994, Ramírez conducía su auto por la autopista
que lo llevaría a los Estudios Variety en New York. Iba a ser una sesión rápida
ya que sólo le faltaba un tema para completar su disco número 20 como director
de orquesta. Tal vez por ello estaba nervioso y eso lo llenó de ansiedad.
Minutos después no resistió la sensación y tuvo que orillar el autómovil. No
había acabado de hacerlo cuando un paro cardíaco acabó con su vida.
Louie Ramírez era un genio. El clásico hombre a quien todos
acuden para pedir consejos y soluciones a sus problemas. No importaba que
fueran músicos jóvenes o viejos. El hecho era que Louie tenía la respuesta y
visitarlo era como frotar la lámpara de Aladino. Esa fue una característica que
lo acompañó siempre, desde aquella primera grabación "Conozca a Louie
Ramírez" en 1963.
Tenía 20 años entonces y ya se había destacado por componer algunas
pachangas y hacer arreglos para las orquestas de Pete y Tito Rodríguez. El
comentarista Dick Sugar lo presentó entonces así: Ramírez rompe la imagen del
director de un grupo que utiliza el talento de otros compositores y se
convierte en seguidor de un ritmo. No, Louie Ramírez es un creador en su
género.
Ray De La Paz y el autor de este blog en 2013. |
De allí no hubo manera de detenerlo, sólo la muerte lo logró.
Con tan sólo escuchar Paula C, Juan Pachanga y Sin tu cariño (Rubén
Blades), Isadora (Tite Curet Alonso), Estar enamorado, Desahogo, Todo se
derrumbó (Ray de la Paz y Noche Caliente), Tus ojos (Héctor Lavoe) y una
infinidad absoluta de obras maestras, tendremos siempre espacio para recordar a
quien fuera ejemplo para quienes vinieron después. Dejemos que la música de
Louie Ramírez hable por sí sola, dejemos que la eternidad tenga para Louie un
lugar asegurado al lado de los grandes.
Texto: Héctor Henríquez @hhenriquez71
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